18. La locura

 “El delirio del que se haya despierto, pero en estado febril, es una enfermedad corporal y necesita de prescripciones médicas. Solo el delirante en que el médico no percibe estos ataques morbosos, se dice loco; la palabra perturbado es solo una expresión mitigada para decir lo mismo. Cuando, pues, alguien ha causado de propósito una desgracia y la cuestión es si recae sobre él por ella alguna culpa, o sea, que tiene que decidirse antes si estaba loco o no, el tribunal no puede enviarle a la Facultad de Medicina, sino que tendría que enviarle (dada la incompetencia del tribunal) a la de Filosofía. Pues la cuestión de si el acusado estaba al cometer el acto en posesión de su facultad natural de entender y juzgar, es exclusivamente psicológica, y aun cuando una perturbación corporal de los órganos de los sentidos quizá pudiera ser a veces la causa de una trasgresión antinatural de la ley del deber (inherente a todo hombre), no han llegado, en general, los médicos y los fisiólogos hasta el punto de penetrar tan hondo en la máquina humana que puedan explicar por ella el ataque que impulsa a un acto de crueldad semejante o puedan preverlo (sin anatomía del cuerpo); y una Medicina forense es -cuando se trata de la cuestión de si el estado mental del autor era de locura o una resolución tomada con el entendimiento sanoun mezclarse en negocios ajenos, de los que el juez no entiende nada o, al menos, como no perteneciendo a su fuero, tiene que remitirlos a otra Facultad.”  

Antropología en sentido pragmático es una mirada al hombre y a sus relaciones con los otros hombres. Se comprende de una serie de reflexiones que pretende abarcar la complejidad del hombre, unas reflexiones que reflejan el amplio conocimiento de Kant acerca de la vida y las relaciones entre los seres humanos. Según algunos autores como Thomas McCarthy, esta obra corresponde a la publicación de las notas que Kant escribía acerca y durante su curso de antropología en la Universidad de Königsberg .  

En ella, Kant es tajante: la medicina es incompetente cuando se trata del estudio de la locura. La psiquiatría, la rama de la medicina que se ocupa de la locura, no tiene las herramientas de que dispone la medicina en su estudio de la enfermedad orgánica. Y no tiene esas herramientas porque la locura forma parte del ser humano, y su estudio no puede separarse de él, de su vida, de sus condiciones de existencia y sus relaciones recíprocas.


Hoy, en el muestrario fotográfico, la casa del artista que diseñó el monstruo de la película Alien.





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